Vivir para conducir.
Permítenos presentarte a Inga Birna Erlingsdóttir, actualmente la única mujer policía que va en moto en Islandia. Las motos son la gran pasión de Inga. Por su trabajo, va en moto durante todo el día, todos los días. En su tiempo libre, cambia su moto de policía por una BMW GS.
Decidida a triunfar
No es fácil ser mujer en un mundo de hombres, pero Inga Birna Erlingsdóttir nunca se ha dejado disuadir por ello. En cuanto entró en la academia de policía en Islandia, decidió entrar a formar parte de la policía motorista. Sabía lo difícil que era ser aceptada allí, pero eso solo hizo que esta mujer morena y de ojos azules como el hielo estuviera aún más decidida a conseguir el codiciado trabajo sobre dos ruedas.
"Fue genial cuando finalmente tuve la oportunidad de probarme a mí misma", comenta esta mujer de 38 años de Mosfellsbær. "Después de un largo periodo de entrenamiento y tras haberme ganado el respeto de mis compañeros, empecé mi servicio como policía motorista en mayo de 2015. Siempre que la gente ve mi larga trenza colgando por debajo de mi casco, se queja perpleja. ¡No se esperan ver a una mujer en la policía motorista!".
La hora de divertirse llega cuando el trabajo ya está hecho.
La hora de divertirse llega cuando el trabajo ya está hecho.
Montar en moto siempre ha sido un aspecto fundamental en la vida de Inga. Cuando no está patrullando las calles de Reikiavik, hace rutas con su BMW F 650 GS. Siempre quiso una moto BMW, pero cuando empezó a buscarlas, hace ocho años, no había ninguna posibilidad de comprarla en Islandia.
""Decidí importar una GS de Dinamarca, puesto que no encontraba ninguna en Islandia. Organicé el transporte, la recogí en el puerto y la conduje hasta casa. Ese fue el comienzo de una gran pasión por la marca. Estoy segura de que fui la primera mujer en Islandia en tener una GS"."
Inga Birna Erlingsdóttir
Victoria al alcance de la mano
Cuando Inga supo que BMW Motorrad estaba planeando formar un equipo femenino para el International GS Trophy, supo de inmediato que quería formar parte de esta emocionante iniciativa. ""Sinceramente, nunca pensé que me cogerían. Mandé mi vídeo y, en mi cumpleaños, recibí un correo electrónico en el que me informaban de que estaba en la ronda de selección previa. Estaba contentísima"." Unas semanas más tarde, Inga voló hasta Sudáfrica, donde conoció a las otras nueve mujeres pilotos de GS que se habían clasificado de entre un total de 120 mujeres motociclistas.
Juntas lucharon por la oportunidad de representar a su país (y a su sexo) en el International GS Trophy, la mayor competición de motociclismo todoterreno para clientes de todo el mundo. ""Ya en el primer encuentro me di cuenta de que es un grupo muy especial de mujeres, porque a todas ellas se les había ofrecido la posibilidad de participar en la ronda clasificatoria. Personalmente, no lo veía como una competición, porque para mí participar por primera vez en una carrera con otras mujeres era como tocar el cielo con los dedos"."
Después de unas intensas rondas clasificatorias durante tres días en el Country Trax Enduro Park, Inga quedó quinta y, por tanto, no consiguió entrar en el equipo femenino. Sin embargo, en cuanto la desilusión inicial desapareció, empezó a pensar en la increíble experiencia que habían vivido juntas, el ambiente único y el compañerismo que había experimentado dentro de esta comunidad global de mujeres motoristas.
"Participar en la ronda clasificatoria me dio un propósito y una misión: animar a más mujeres en Islandia a montar en moto", comenta Inga con gran entusiasmo. ""Me puse en contacto con todas las mujeres de mi tierra que están interesadas en la conducción todoterreno y organicé un encuentro. Condujimos hasta un lugar donde podíamos entrenar juntas. No todas teníamos una GS de BMW, pero nos emocionaban las posibilidades que ofrece esta moto. También descubrí que tengo una gran pasión por la enseñanza. Conducir una GS me ha cambiado la vida de una manera increíble"."
El fin del aislamiento.
Inga sigue en contacto con las conductoras de GS que participaron en la prueba clasificatoria de Sudáfrica y coincidió con las cuatro ganadoras en los BMW Motorrad Days en Alemania. ""Para mí, formar parte de la comunidad de BMW Motorrad es como un sueño hecho realidad.
Gracias a la moto que conduzco, ahora tengo amigos por todo el mundo. Cuando quedas con esa gente es como quedar con un miembro de tu familia. Todos compartimos la misma pasión y seguiremos asegurándonos de que el espíritu GS sigue vivo"."
Vida isleña
Además de conducir una moto, Inga es una artista con mucho talento y madre soltera de un gimnasta de competición de 16 años. Su mayor sueño es viajar por todo el mundo con su moto y llevar a su hijo con ella. Hasta entonces, quiere promocionar Islandia como destino para las vacaciones de aventura.
""No hay muchos sitios que superen a Islandia como destino turístico para motoristas y la razón por la que tengo una GS es que me permite ir exactamente al lugar que quiero. Me encantan los altiplanos y las montañas, con sus impresionantes colores y paisajes. El país es perfecto para los viajes de aventura en moto, especialmente a través de las agencias de viajes, como Biking Viking, cuya flota incluye las GS de BMW desde que empezaron a ofrecer tours"."
Tras haber experimentado los beneficios del entrenamiento, el compañerismo y el viaje de primera mano, Inga está decidida a compartir sus conocimientos con los demás y ayudarles a conducir mejor. Entre sus planes de futuro se incluye el hacerse instructora de conducción de motos para así ayudar a los demás a descubrir el placer de conducir. ""Creo que es mi deber convertir mi vida en una aventura a dos ruedas.
Durante los largos meses de invierno en Islandia, no me gusta tener que estar sentada en el coche de policía y me siento genial cuando puedo volver a ponerme el casco al llegar la primavera. Cuando me monto en mi moto, lo único que quiero es compartir mi felicidad con los demás. ¿No trata de eso el montar en moto, en compartir tu vida y tu pasión con todos los demás?". "